domingo, 18 de enero de 2009

Los Dolomitas: un paraiso real

“Quizás no todo el mundo sabe que los Dolomitas son también llamados las Montañas Pálidas (Monti Palli) después de un prodigioso hechizo durante el antiguo Reino de los Dolomitas cuando la roca de las montañas tenía el mismo color que los Alpes. Tal reino estaba cubierto de prados floreados, bosques frondosos y lagunas encantadas. En todas partes podía respirarse aire de felicidad y armonía menos en el palacio real. De hecho hay que saber que el hijo del rey se había casado con la princesa de la luna pero un triste destino condenaba a los dos jóvenes amantes a vivir separados. Uno no podía soportar la intensa luz de la luna que lo habría dejado ciego. La otra esquivaba la vista de las sombrías montañas y de los umbríos bosques que le causaban una melancolía tan profunda que la hacían enfermar. Toda alegría parecía desvanecida y solamente las oscuras forestas hacían de solitario refugio al pobre príncipe. Pero, se sabe que las sombrosas selvas son lugares poblados de curiosos personajes, ricos en poderes sorprendentes, y capaces de invertir inesperadamente el transcurso de los acontecimientos. Y es así que un día, en su desesperado vagar, el príncipe se encuentra con el rey de los Salvani, un pequeño y simpático nomo que buscaba una tierra para su pueblo. Después de haber escuchado la triste historia del joven esposo, el rey de los Salvani le propone, a cambio del permiso para habitar con su gente en esos bosques, dotar de luz a las montañas de su reino. Sellado el pacto, los nomos tejieron durante toda la noche los destellos de luz de la luna a las rocas.. La princesa pudo así volver a la tierra para vivir felizmente con su joven esposo y los Dolomitas recibieron el nombre de los Montes Pálidos.”


Esta leyenda busca dar respuesta al color tan especial que dota a los Dolomitas de un aspecto particular, diferente y majestuoso en comparación con otras montañas. Fue el geólogo francés Deodat Tancrede Dolomieu el primero que pudo dar una respuesta científica. Él descubrió, en un viaje en 1788, que las rocas calizas de los Dolomitas eran especiales y que contenían magnesio: aquel mineral claro es un bicarbonato de calcio y magnesio, cuya fórmula química es CaMg(Co3)2 . Este nuevo mineral se llamó “ Dolomia” en honor a quién lo descubrió. De ahí el nombre de los Dolomitas.










Además, del peculiar color claro de sus rocas, los Dolomitas ofrecen una vista impresionante al atardecer gracias a los tonos rosáceos producidos por la luz del sol. Esta epifanía de colores (primero rosa, después roja y finalmente violeta) es el momento mágico de la enrosadira, un fenómeno único en Europa.

















Estos son los Dolomitas: un jardín de piedra que el límite nordeste de Italia (situados justo en la frontera con Austria) se alzan por encima de los 3300 metros y sobre una superficie de 6.500 kilómetros cuadrados, ocupando parte de la región del Véneto y de Trentino Alto Adíge. Estos macizos se crearon hace 200 millones de años a partir de la erosión del mar. De hecho, es posible encontrar en las cimas más altas restos de fósiles.
La sierra de los Dolomitas está dividida en dos zonas culturales netamente diferenciadas, la alemana y la italiana. La capital de esta segunda es Trento, sede del célebre concilio eclesiástico del siglo XVI. Sus palacetes con portones de mármol y sus elegantes plazas evocan el mundo refinado del Renacimiento. En cambio, Bolzano, capital de la zona germana, conserva el sabor de las villas medievales, con sus callejuelas enrevesadas y sus residencias estilo tirolés. En esta capital se encuentra el Museo de Arqueología del Tirol del Sur donde se encuentra la momia del “Hombre de los Hielos” que vivió hace 5.300 años.

Val Gardena




La Val Gardena es un bellísimo valle muy rica en tradición cuya población representa uno de los núcleos más importantes del Alto Adíge, sobre todo a nivel turístico. Se extiende sobre una longitud de 25 kilómetros de la parte norte-occidental de los Dolomitas. El valle recorre desde el Puente Gardena hasta el Grupo Sella, con los Puertos Sella y Gardena. El territorio turístico inicia en Pontives y de aquí se abre a la valle ladina con los municipios de Ortisei, S. Cristina y Selva Gardena. Los ladinos son un grupo étnico de unas 35.000 personas, descendiente de un pueblo de origen desconocido que habitaba en los Dolomitas antes de los Romanos y cuyos descendientes, hacia el siglo VI se refugiaron en los valles más abruptos.
La Val Gardena se adentra en valles de cultura ladina y pueblos de aspecto germánico, célebres por la estaciones de esquí.

Selva Gardena

Escondida en el sugestivo paisaje dolomítico tras los macizos del Sasolungo, del Puez o del Grupo Sella, Selva es una de las metas más concurridas para las vacaciones tanto invernales como veraniegas. Situada en el corazón del famoso recorrido de esquí “ Sella Ronda”, Selva ofrece kilómetros de pistas nevadas y mucha actividad: patinaje sobre hielo, bajadas en trineo, snow-shoeing, esquí alpino, escaladas… Durante el verano, Selva es conocido por sus senderos infinitos de montaña a través de los cuales puedes pasar horas y horas en contacto directo con la naturaleza.













Santa Cristina







El escenario montañoso de Santa Cristina está entre los más importantes de los Dolomitas. La riqueza de la naturaleza, llena de forma y colores, deja un recuerdo inolvidable. Con su casco viejo, típicos refugios y casas campesinas, S.Cristina tiene un aire romántico. Gracias a su posición es un punto de partida ideal para los esquiadores y excursionistas.


Debido a su aislamiento, en el valle se ha desarrollado una tradición y cultura que se mantiene hoy en día. Parte de esa cultura puede verse en el decorado de las casas y en los múltiples negocios de figuras de madera. La escultura en madera ha sido desde siempre la industria más prolífera de esta zona. Una muestra de ello es que el pesebre más grande del mundo está expuesto desde agosto del 2000 en el Deportivo Iman de S. Cristina y está precisamente hecho de madera y por escultores profesionales de este pueblo. La primera figura estaba dedicada a la Virgen con el niño. Cada año nacen nuevas figuras que se van colocando en el pesebre

















Ortisei


Una fascinante mezcla de veraneantes con la tradición de los habitantes hace de Ortisei un gran lugar turístico. La cultura alpina, la típica especialidad culinaria, las tiendas y los paseos completan la óptima oferta de esta pequeña ciudad alpina que podría asemejarse a una ciudad de juguete.


Posee transplantes directos a las zonas de esquí del Seceda, Alpe di Siusi, Rasciesa y con el giro de la “Sella Ronda”. En los entornos de Ortisei podemos encontrar tres pequeñas localidades: Bulla, un pequeño trozo de tierra inmerso en un paisaje de ensueño, San Giacomo, un pequeño pueblo encima de Ortisei con una maravillosa vista del Sassolungo y Roncadizza al inicio de este valle.






































Dolomiti superski






El paraíso dolomítico dispone de 12 zonas de esquí, 450 remontes y 1200 kilómetros de pistas. A todos los amantes de este deporte de les recomienda las pistas de Tognola Uno, TRametsch, Bellunese y Lagazuoi, conocida en todo el mundo. Todos estos kilómetros son un sueño para un esquidaor pero no hay que pasar velozmente delante del Sassolungo, de la Marmolada, del Grupo Sella y del Civetta. Cada cierto tiempo es bello detenerse simplemente para observar estos maravillosos gigantes que están a nuestro alrededor y que tienen una tradición de esquí centenaria.










La excursión más famosa es la célebre Sella Ronda, el giro del potente Grupo Sella con los esquís en los pies: 26 kilómetros de bajada en un día. El Sella Ronda conecta 4 zonas de esquí a través de 4 puertos ( Puerto Gardena, Puerto Pordoi, Puerto Sella y Puerto Campolungo) y pone a disposición del esquiador 500 kilómetros de pista en el corazón de los Dolomitas.







Además de la excursión de los 4 pasos puedes aventurarte en el pasado con el Giro de la Grande Guerra (donde los episodios de la Primera Guerra Mundial pueden revivirse) o a través del “Skitour Olimpia”.

Cada año los Dolomitas son el escenario de las competiciones de la Copa del Mundo.
Los 1100 kilómetros que disponen de nieve artificial y las cuotas de entre 1.500 y 3.200 metros de altura garantizan la posibilidad del disfrute del casi 100% de las pistas.El tiempo no es ninguna preocupación ya 8 de cada 10 hace sol. Las soleadas terrazas de los numerosos refugios y refinados restaurantes de montaña incitan a los esquiadores a hacer un descanso con un paisaje sin igual. Además, en ellos, se puede disfrutar de las especialidades de la cocina trentina, veneta y alto asesina capaces de satisfacer hasta los paladares más refinados. ¿Qué mejor que saborear una buena pizza italiana en medio del paraíso dolomítico y con un sol resplandeciente?






Los Dolomitas, Candidatos del premio UNESCO al patrimonio natural mundial de la humanidad, es uno de esos pocos lugares en el que la naturaleza muestra todo su espectáculo. Todo un regalo para el ojo humano. Un paraíso real.









2 comentarios:

rosa dijo...

Es precioso, vicky! Enhorabuena! ¿eres tu la de la foto? ¿Es en verano? Parece un lugar magico.....

Ginger dijo...

Precioso he llegado hasta aquí buscando información sobre los Dolomitas y la temperatura y climatología de Ortisei a principios de agosto que voy a ir.

Saludos

http://ginger-maquillajealos50.blogspot.com.es